jueves, 8 de abril de 2010

Historia de la Radio en Cuba.

El primer hombre que realizó experimentos de radio, desde suelo cubano se cree haya sido el ingeniero norteamericano Frank H. Jones quien operó, en 1912, desde el Central Tuinicú, en Sancti Spiritus un transmisor de chispas de dos kilovatios, con una antena Marconi de seis alambres de doscientos pies de largo entre cada aislador, instalada desde la torre de enfriamiento del central a doscientos pies de altura, al soporte de antena más próximo. La Primera Guerra Mundial paralizó sus actividades que se reiniciaron en septiembre de 1922. A partir de 1923 con el indicativo 6KW, luego de 1930 como CM6XJ, CO6OM y CO9XX. Frank H. Jones falleció en Tuinicú, Sancti Spiritus en 1941. La radioafición parece iniciarse en Cuba al comienzo de los años veinte, con la influencia que estos experimentos radiales venianse desarrollando en los EUA antes del inicio de la Primera Guerra Mundial. Los primeros radioaficionados cubanos, quienes rodeados de una apasionante curiosidad científica empezaron a construir receptores y transmisores con piezas e informaciones procedentes de los Estados Unidos, crean el 27 de marzo de 1923 la Sociedad Cubana de Radio, bajo la presidencia de Federico G. Morales y Julio Blanco Herrera como vicepresidente, este ultimo dueño de la Cervecería Tropical. Más tarde, el 24 de mayo de 1928, fue creado el Radio Club de Cuba. Tanto una organización como la otra, trataron de agrupar a todos los aficionados a la radio en Cuba, con objeto de conseguir un mayor desarrollo y propagación del medio. Con anterioridad a estos, en 1920, se fundó una agrupación de entusiastas radioaficionados, ocupando la presidencia Humberto Giquel. La llamaron Radio Club de Cuba, que dio lugar a que más tarde se formasen dos clubes más, uno el Radio Club de Oriente y el otro llamado el Radio Club Marconi. Su duración fue corta, aunque el objetivo tenía el mismo espíritu de superación que los posteriores. Hasta 1930, las emisoras de radioaficionados y las comerciales de radiodifusión en Cuba tenían un uso común de las bandas de radio y de identificación, así como la difusión de música, indistintamente. En 1930, luego de la disposición gubernamental que obligaba a identificarse a las estaciones de radioaficionados según los acuerdos de la Convención de Radio de Washington, aparecen registradas 43 estaciones de radioaficionados y 62 emisoras radiodifusoras. Se diferencian en el distintivo de llamada, al igual que en las actuales y en que los radioaficionados usan potencias típicas de siete y medio watts y excepcionalmente 100 watts en la banda de 40 metros. Las localidades con radioaficionados que aparecen en esta relación del año 1930 son: Mariel (1), Habana (11), Marianao(5), Pedro Betancourt (2), Matanzas(6),Colón(1), Jovellanos(1), Cienfuegos(2), Santo Domingo(1), Tuinicú (1), Florida (2), Tacajó (1), Ciego de Avila(1), Nuevitas(1), Santiago de Cuba (5) y 2 norteamericanos en la Base Naval de Gtnmo. El crecimiento posterior de la radioafición en el país estuvo caracterizado por seguir los patrones de desarrollo similares a la de los Estados Unidos de donde se importan equipos, partes, piezas y las publicaciones fundamentales. En 1938 a través del Radio Club de Cuba se ingresa a la Unión Internacional de Radioaficionados (en inglés, IARU) y previamente en diversa conferencias y convenciones de radio, como parte de las delegaciones gubernamentales. Durante la Segunda Guerra Mundial cesan las operaciones de los radioaficionados en casi todos los países del mundo, incluido el nuestro. Estas se reanudan en 1946. A fines de los años cuarenta se contraponen al actuar del Radio Club de Cuba fuera del occidente del país tres organizaciones. Ellas son la Asociación de Radioaficionados de Las Villas (ARLV), la Asociación de Radioaficionados de Camagüey (ARAC) y la Asociación de Radioaficionados de Oriente (ARAO). Con la presidencia del RCC el camagüeyano Conrado González (CO7KK) no logró menguar las discordias, las que continuaron, concluyendo su mandato en 1956. Una nueva tentativa ocurre al presidir el RCC el oriental Alfonso Muguersia (CO8AL), quien renombra la organización como Asociación Nacional de Radioaficionados de Cuba. Esta efímera administración duró de marzo de 1964 hasta el 20 de abril de 1965, en que el Ministerio de Comunicaciones interviene a la organización. No es hasta el 15 de julio de 1966, por medio de la Ley 1198 que se constituye la FEDERACION DE RADIOAFICIONADOS DE CUBA y a ella se propone integrarse a todos los colectivos de radioaficionados que existan en le país. No es hasta febrero de 1967 que se constituye la dirección nacional, luego del proceso de integración auspiciados por el Ministerio de Comunicaciones, quien estaba facultado para designar y remover directivos. Presiden esta primera directiva: presidente Carlos M. Sierra (CO2AT), vicepresidente Pedro Fuentes (CO2HP), secretario general Arnaldo Bandrich (CO2QQ)y Enrique González Brown (CM2BP) como financiero. A pesar de su nombre la organización adolecía de falta de unidad interna, las provincias no se sentían representadas y aunque se acometían tareas revolucionarias encomendadas, las confrontaciones personales eran muy fuertes y cotidianas, así como la inestable permanencia de los cuadros en las directivas, propiciaba la centralización del gobierno en pocas manos, con las consecuentes acciones de voluntarismo. Las directivas se suceden en el siguiente orden: 1967-1970 Carlos M. Sierra CO2AT Ago 1970- Nov. 1971 Cimino (CM2EF), Chirolde (CO2JH), Enrique Hamlet (CO2EE), Leopoldo (CO2LH) 1971-1975 Marcos Morejón (CO2KJ) 1975-1977 Eduardo Fernández (CO7RR/2) A partir de que en aquel entonces el país comenzaba su etapa de institucionalización, Eduardo Fernández organiza la realización del Primer Congreso de la FRC en octubre de 1977. En el mismo participan delegados de todas las provincias y se aprueban los primeros Estatutos de la FRC.Se reestructura la composición del Consejo de Dirección Nacional, que lo pasan a componer radioaficionados de los principales territorios del país. El Congreso elige a Eduardo Fernández como presidente de la organización para un mandato de cuatro años. En 1981 se realiza el Segundo Congreso de la FRC. Se vuelve a reestructurar la composición del Consejo de Dirección, la propuesta es aprobada y la integran radioaficionados de ambas provincias habaneras para facilitar las funciones ejecutivas de gobierno. El Congreso ratifica a Eduardo Fernández para otros cuatro años más. La salida temporal de Eduardo y desavenencias internas en la Dirección Nacional propician la convocatoria de un Congreso Extraordinario que en 1984 elige a Reinaldo León (CO2RG) como su presidente. Esta decisión fue desconocida por el entonces Ministro de Comunicaciones, quien ratifica a Eduardo Fernández, concluyendo su mandato, en 1986, durante el Tercer Congreso. El Tercer Congreso se celebra, por primera vez fuera de la ciudad de La Habana, en diciembre de 1986 en el Hotel Hanabanilla, Cienfuegos, organizado por los villaclareños. Se modifican nuevamente los Estatutos. Se propone una directiva formada por radioaficionados más jóvenes. Se le extiende la condición de Miembro de Honor por primera vez a un radioaficionado: Eduardo Fernández (CO2BB). Es electo un Ejecutivo Nacional de 7 miembros y se crea el Consejo Nacionalformado por los presidentes de las asociaciones provinciales y los miembros del Ejecutivo nacional, como máximo órgano entre Congresos. Se define la línea estratégica de crecer con nuevos radioaficionados para llegar al año 2000 con 2000 radioaficionados en todo el país. Se promueve la creación de radioclubes municipales para fortalecer la estructura provincial, entre otras tareas de orden organizativo. El ministro de Comunicaciones presente en el congreso promueve un grupo de iniciativas que tomaran forma legal para impulsar ese desarrollo que se propone el Congreso: la autorización del uso de las bandas de VHF, la creación del servicio de instrucción de radioaficionados novicios, la aprobación de un nuevo reglamento del servicio de radioaficionados, oído el parecer de la FRC, entre otros. En este periodo se da un notable impulso a la radioafición en el país, duplicándose la cifra de radioaficionados en el territorio nacional, se incrementa la utilización de las comunicaciones en las bandas de muy altas frecuencias, se crean nuevos radioclubes locales, se experimenta un auge en la colaboración con las organizaciones juveniles, politicas y de masas, y a pesar de errores de dirección cometidos por el Ejcutivo Nacional, entre ellos la deserción en el extranjero del entonces presidente nacional, la radioafición cubana llega a su Cuarto Congreso con sus estructuras fortalecidas en las principales provincias del país. El Cuarto Congreso de la FRC se celebra en Santiago de Cuba en abril de 1993. El congreso acuerda seguir impulsando la línea actual de crecimiento de membresía y en los municipios. Se propone modificar los estatutos para dar mayores facultades a los ejecutivos a todos los niveles sin afectar lo alcanzado por el Consejos Nacional y los Provinciales, así como extender el mandato a cinco años. Se elige a Eduardo Castro (CO2EG) como presidente. A finales del mes de abril Eduardo Castro renuncia por problemas laborales y le sucede Pedro Rodríguez (CO2RP). En este período se fortalecen, entre otras cuestiones, la labor social de la sede nacional, la gestión financiera, la participación organizada en las emergencias y la mejor preparación de los radioaficionados en los exámenes. Se incrementan además, las visitas a los territorios y la celebración de asambleas para la discusión de la problemática de cada uno de ellos. En marzo de 1999 se celebra el Quinto Congreso de la FRC, en Santa Clara. A este congreso se arriba con la meta de los 2000 radioaficionados sobrecumplida, faltando solo 30 municipios por tener al menos un radioaficionado y con la edad promedio de los radioaficionados en 42 años. En este congreso se aprueban los nuevos estatutos, la nueva política de descentralización económica a favor de las provincias. Se favorecen como proyecciones el fortalecimiento de la labor social en todas los radioclubes y el incremento del intercambio de información técnica, asi como continuar perfeccionando el trabajo de los dirigentes de la organización a todos los niveles y la profundización en la ética del radioaficionado. En mayo de 2004 se celebra el Sexto Congreso de la FRC, de nuevo en Santa Clara, momento en que la FRC tiene ya más de 3000 miembros activos. En el Sexto Congreso se trazó como linea estratégica el perfeccionamiento del funcionamiento a todos los niveles y se aprobo la [uesta en marcha de la Academia del radioaficionado como mecanismo para incorporación de los nuevos miembros y la preparación politica, cultural y tecnica-profesional de todos los miembros. En la actualidad la cifra de miembros de la FRC se acerca alos 4 mil, se elaboró y puso en vigor por el MINJUS un nuevo Estatuto, se crearon las Filiales Provinciales en la mayoría de las provincias y se han fortalecido todas las estructuras de base de la organización.